La revolución romana, Ronald Syme
La principal limitación metodológica de Ronald Syme fue su implícita aversión hacia la arqueología y hacia todo aquello que no supusiera una minuciosa y exhaustiva lectura de las fuentes antiguas. Esta inclinación tendenciosa se convierte, paradójicamente, en la mayor fortaleza de su libro aquí reseñado, La revolución romana . Me explicaré. Obviar las demás fuentes provoca que el autor desarrolle un pormenorizado estudio prosopográfico sin parangón en la historiografía clásica, o al menos no lo tenía cuando fue publicado en 1939. Para entonces, ya se habían consolidado los principales regímenes autoritarios europeos. Sus dictadores, amparados bajo el velo de procedimientos aparentemente legales, comenzaban a consolidar formas de poder autocráticas. Algo que pudo inspirar al autor neozelandés para retrotraerse a los primeros gobiernos unipersonales de la historia de Europa. Sir Ronald Syme y el libro reseñado. Pero Syme rechaza el retrato biográfico de Augusto: para él, la...